Prólogo - Un pequeño, soñador y hermoso recuerdo

“Estás familiarizado con las novelas ligeras, ¿Verdad, Niihama-kun?”

 

"¿Eh...?"

 

Después de las clases, en la biblioteca, mi cuerpo se puso rígido cuando cierta persona se me acercó de repente.

 

Nunca pude imaginar que ella se acercaría a mí de esta manera y comenzaría una conversación conmigo.

 

Era una chica increíblemente hermosa.

 

Su rostro estaba bien proporcionado, parecía una obra de arte. Su piel era tan blanca como la leche evaporada y su olor era dulce como la miel. Su largo cabello negro parecía tan suave como el más fino hilo de seda y sus ojos brillaban como las estrellas. No es de extrañar que el corazón de cualquier persona se estremeciera cada vez que la viera.

 

Los chicos solían hablar de que era la chica más hermosa del instituto y yo estaba totalmente de acuerdo con ellos.

 

"Ah... U-uhm... B-bueno... U-un poco..."

 

Comunicarme con una chica no era algo a lo que estuviera acostumbrado, así que lo mejor que pude hacer para responderle fue un murmullo casi inaudible. Aunque soné como todo un virgen y lo odiaba.

 

Al contrario de la impresión de ella, yo era alguien de piel oscura, el típico nerd sombrío que se veía en todas partes.

 

Pertenezco a la casta más baja posible del instituto, e intercambiar palabras con una especie de princesa como ella, me hacía sentir que estaba cometiendo un pecado que nunca podría ser perdonado.

 

“¡Oh, lo sabía! ¡Te vi leyendo una en la biblioteca antes! Me alegro de que mi corazonada fuera correcta”.

 

A pesar de su poderosa personalidad, su tono era cortés y su alegría parecía genuina. La diferencia entre ambos la hacía aún más atractiva.

 

“Bueno, esperaba que pudieras ayudarme. En realidad, estoy buscando cierto libro...”

 

Comenzó a explicarme su problema, ajena al hecho de que mi cuerpo se puso completamente rígido debido a mi nerviosismo.

 

La chica parecía ser una ávida lectora. Por lo visto, buscaba a menudo recomendaciones de libros en Internet. Recientemente, había una novela ligera que había entusiasmado a los críticos y había estado intentando encontrarla en la biblioteca de la escuela, pero...

 

“No sé cuál es porque he olvidado el título del libro. Pensé que podría buscarlo al azar, pero la biblioteca tiene más títulos de novelas ligeras de los que pensaba. Lo único que sé es que el libro trata de alguien que viaja a diferentes países en motocicleta y...” (Seguramente hablaba de Kino no Tabi, si te lo estás preguntando).

 

"Ah... E-Esa.. Por favor, espera un momento..."

 

La descripción me dio suficientes pistas para trabajar, así que me acerqué a la estantería donde se encontraba el libro y lo tomé. Era un libro bastante famoso, y como yo mismo he leído muchas novelas ligeras y manga, pude identificarlo inmediatamente.

 

"¿Es este...?"

 

“¡Ah! ¡Sí, lo es! Reconozco esa portada”.

 

La cara de la chica se iluminó cuando le entregué el libro.

 

“¡No puedo creer que lo hayas encontrado tan rápido!, Muchas gracias”.

 

La hermosa chica de pelo negro me sonrió. Aunque sólo la estaba ayudando a buscar un libro, me dedicó sus palabras de agradecimiento, y no fue ni grosera ni prepotente, sino que me hizo sentir conmovido.

 

A pesar de ser la chica más hermosa de la escuela... lee novelas ligeras, ¿Eh?

 

A la chica que tenía delante le gustaba lo mismo que a mí. El hecho no cambiaría nada en mi vida, pero aún así me hizo sentir nervioso.

 

"Apuesto a que lees muchas novelas ligeras, ¿verdad, Niihama-kun? ¿Tienes alguna recomendación?"

 

"¿Eh? A-ah... Uhm... S-si, bueno..."

 

Me lo preguntó de repente con ojos expectantes. Me puse nervioso, no esperaba que nuestra conversación continuara realmente. Pero aun así, no podía quedarme sentado y no decir nada, así que me rompí la cabeza, que nunca utilizo,  tanto como pude, tratando de idear algo para recomendarle.

 

Conseguí que se me ocurriera algo e inmediatamente me dirigí de nuevo a las estanterías. Tomé algunos libros y se los di como recomendación. Todo basado en mi experiencia como otaku.

 

"U-Uhm... Normalmente no los leo, pero..."

 

"¡Cuántos! Ah, ¡Parecen ser del mismo género y todos tienen muy buena pinta!"

 

"Ah, sí, los elegí porque son similares al libro que estabas buscando..."

 

Como ella era una ávida lectora y parecía no estar familiarizada con las novelas ligeras, elegí títulos más aptos para principiantes y que dieran una sensación similar a las novelas normales. Y aparentemente, mi decisión fue correcta.

 

"¿Eh? ¿Consideras mis gustos para tus recomendaciones? ¡Muchas gracias por tu consideración! Además, lo siento, te he hecho sentir incómodo, ¿Verdad?"

 

Para mi sorpresa, la hermosa chica se inclinó ante mí.

 

"¡Estoy realmente agradecida por todo! Nunca había hablado contigo, pero eres muy amable, ¿Verdad?"

 

"..."

 

Sus palabras fueron directas, y me parecieron muy vívidas.

 

Incluso para los estudiantes de secundaria, juzgar a otras personas era algo normal. 

 

Los ikemen (chicos populares que cuidan su imágen) y los deportistas gozaban de gran prestigio, mientras que los nerds sombríos como yo solían ser despreciados.

 

Pero en sus ojos o en su voz no había ningún indicio de ello.

 

Me dio las gracias con una inocencia infantil, como si no se hubiera dado cuenta de mi estatus en la escuela o de mi melancolía.

 

"¡Me alegro de que hayas venido hoy, Niihama-kun! Muchas gracias".

 

En la biblioteca, envuelta por el color del atardecer, la chica me sonrió.

 

La sonrisa angelical de su rostro, combinada con su corazón claro y puro, provocó en el mío una gran conmoción. Sentí como si la brisa de la primavera soplara directamente en mi corazón. Su rostro en ese momento se grabó en mi mente como una hermosa pintura que perduraría en el tiempo.

 

Era una cosa pequeña, que en el gran esquema de las cosas, podría contarse como nada.

 

No era nada especial para ella, y probablemente lo olvidó muy pronto.

 

De hecho, no tuve una relación especialmente estrecha con ella después de este suceso.

 

Pero en  el mundo gris  en que viví en mi juventud, cuando era un empollón sombrío y sin amigos que era constantemente molestado por los que me rodeaban, éste fue el único momento en que la luz brilló en mi mundo.

 

Era un recuerdo hermoso y soñador que recordaría por mucho que me hiciera mayor.